El 22 de abril de 2021, en el Día Internacional de la Madre Tierra, entró en vigor el primer y único tratado ambiental regional: el Acuerdo de Escazú. Su objetivo es el acceso ala información, a la participación púbica y a la justicia en asuntos ambientales, contribuyendo al derecho de las actuales futuras generaciones un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible. Las ratificaciones fueron rápidamente obtenidas y superadas, pero como es sabido el gobierno del Presidente Piñera nos excluyó del proceso, poniendo en jaque nuestra reputación internacional e impidiendo que nuestras políticas ambientales y climáticas se beneficien de los estándares y de la cooperación que ofrece el tratado.

En abril de 2022, la primera Conferencia de los Estados parte (COP), se celebrará, paradójicamente, en Santiago de Chile; en la sede de Cepal. Entre otras materias trascendentes, dicha reunión abordará la composición y funcionamiento del comité que apoyará el cumplimiento e implementación del Acuerdo.

Alcanzará Chile a ad herir al Acuerdo de Escazú para su primera COP? El nuevo gobierno deberá enviarlo a aprobación parlamentaria y, de lograrlo, depositar el correspondiente instrumento ante la ONU. Sabemos q ue los tiempos hacen muy difícil que Chile exhiba la credencial de Estado parte para esta primera reunión. Es probable que solo podamos participar como observadores. Confiamos que en la primera COP, la nueva administración revierta la incomodidad que nos legó el gobierno saliente y que Chile exhiba acciones concretas para la plena y efectiva aplicación del Acuerdo de Escazú, demostrando un real compromiso con la democracia, los derechos humanos y la sustentabilidad.