Corredores marítimos sustentables para impulsar la industria de amoniaco verde
26 de septiembre de 2024
No obstante, la principal dificultad deriva de que países que inicialmente planeaban importar amoníaco verde desde finales de la década están optando por amoníaco azul, producido con gas natural y captura y almacenamiento de Co2, ya que con la caída del precio del gas natural a valores cercanos a los que teníamos antes de la crisis energética generada por la invasión de Rusia a Ucrania, y al hecho que la industria del hidrógeno verde todavía está en su infancia, el costo estimado hoy para el amoníaco azul, aunque dependiente de las fluctuaciones del precio del gas natural, es alrededor de la mitad del que se puede comprometer para el amoniaco verde para finales de la década. En este contexto, con una dinámica de mercado de exportación incierta y una oferta global potencial competitiva varias veces mayor a la demanda proyectada, y considerando que los que ingresen anticipadamente al mercado obtendrán ventajas competitivas dinámicas, Chile debería repensar su estrategia de hidrógeno verde.
El foco inicialmente debería estar en desarrollar una demanda nacional asociada a reducir la huella de carbono de nuestras exportaciones. ¿Cómo? Impulsando corredores marítimos verdes, con barcos propulsados por amoníaco verde producido en Chile y que retornan con amoníaco azul. Algunos de los principales sectores que podrían desarrollar esta estrategia son el forestal, sector secuestrador neto de CO2, y la minería de cobre y litio, ambos minerales críticos que enfrentarán una creciente demanda de la industria de tecnologías limpias.
Con esta demanda se permitiría desarrollar los primeros escalamientos industriales de amoniaco verde en Magallanes y Antofagasta, con cabotaje a la región del Biobío se crearía un corredor forestal marítimo verde y desde Mejillones un corredor marítimo de minerales críticos verde. Este mayor costo de transporte marítimo sería más que compensado con el posicionamiento con atributo verde de las exportaciones y eventual ahorro del impuesto en frontera que aplicarían países para evitar el dumping ambiental global. Además, podría ser compartido por los diversos exportadores y actores de la cadena de producción y logística, todos los que se beneficiarían en el largo plazo al generar atributos de sustentabilidad de nuestras exportaciones. Solo una alianza público privada podría implementar una estrategia como la señalada, ya que se requiere compromisos vinculantes de múltiples actores públicos y privados para hacerla posible. Este primer escalamiento industrial en la producción de amoníaco verde para la demanda de corredores marítimos verdes dejaría al país mejor preparado en la carrera por posicionarse como exportador global de este insumo clave para la descarbonización.