Eduardo Engel: “Para tener medidas anticorrupción que funcionen hay que entender el mecanismo de la corrupción”
15 de mayo de 2019
Con el trasfondo de una serie de escándalos de corrupción de alcance sin precedentes en América Latina, ocho especialistas en el área realizaron el Informe del Grupo Asesor de Expertos en anticorrupción, transparencia e integridad para América Latina y el Caribe, el que fue presentado este martes 14 de mayo en el seminario “Corrupción en América Latina: ¡Basta!”, organizado por Espacio Público y el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
En la instancia, dos de sus autores, el director de Espacio Público y profesor de la Universidad de Chile, Eduardo Engel, y la profesora emérita de Derecho y Ciencias Políticas y profesora de Derecho en la Universidad de Yale, Susan Rose-Ackerman, presentaron los principales hallazgos del informe, dando cuenta de las implicancias para la democracia e institucionalidad en la región, a propósito del caso Odebrecht.
Ante los principales hallazgos de esta investigación, los expertos concluyeron que en el mecanismo de corrupción, las empresas son condicionales a pagar sobornos, donde las renegociaciones son aproximadamente diez veces más grandes; los sobornos y las ganancias son pequeñas en relación con los montos invertidos y los montos renegociados; Odebrecht innovó en la gestión de sobornos y en los pagos al crear una división dedicada a gestionar dichos sobornos; y que la multinacional también multiplicó sus ventas por diez en los cuatro años posteriores a la creación de dicha división.
Respecto a estos últimos puntos, el director de Espacio Público sostuvo que “Odebrecht fue un innovador en la corrupción: antes se pegaba en maletines, en cambio después de Odebrecht nos enteramos de la creación de una división completa de facturación con personas trabajando a tiempo completo. Además, con este caso se demostró que la relación entre coimas y negociación sugieren que las coimas compran una mejor disposición en la negociación: no se dividían directamente el botín, como sugerían las investigaciones anteriores, sino que competían con otras empresas o instituciones, aunque tenían una situación privilegiada”.
“Para tener medidas anticorrupción que funcionen hay que entender el mecanismo y eso es difícil, porque es algo oculto, y el caso Odebrecht nos permitió conocer cómo funciona la corrupción. «En la estrategia anticorrupción una cuestión evidente es que hay pocas medidas que sirven en todo país en todo momento», agregó Engel.
En tanto durante su presentación, Susan Rose-Ackerman fue enfática en señalar que “tenemos que mirar los lugares en los que la corrupción puede estar afectando la forma en que el gobierno opera». “Los gastos reservados de fuerzas armadas o policías pueden utilizarse para casos de corrupción o mal utilización de fondos”, agregó la académica.
En los casos de corrupción, tal como explicó la profesora de la Universidad de Yale, el flujo de dinero entra directamente por las cúpulas. “En estos casos, quienes están arriba no querrán compartir y serán duros con la corrupción hacia abajo, ya que si los subalternos se enteran tendrán incentivos para no ser probos», señaló Rose-Ackerman. Sin embargo, la docente agregó que «La corrupción de la policía a veces funciona al revés. El dinero entra desde abajo y sube con la jerarquía, pero eso no parece ser un problema en Chile».
Entre las medidas que presentó la también autora del informe se encuentran reformar la forma en cómo actúa la burocracia “para que la corrupción se reduzca sin ser necesariamente duros». “Darle menos discreción a los funcionarios puede ser una buena medida para combatir la corrupción”, finalizó.
Posterior a la presentación del informe, el periodista de CNN Chile, Daniel Matamala, moderó un panel de conversación con ambos autores. Algunas de las preguntas que realizó se vincularon a las sanciones sociales que podrían tener las autoridades que realizan actos de corrupción. “¿Tiene la ética o la formación de los líderes alguna relevancia en la corrupción o ése es un error y debemos concentrarnos en las instituciones?”, preguntó el también conductor.
Al respecto, Engel sostuvo que «mirando la experiencia comparada no ha habido mejoras sustantivas en la corrupción cuando el cambio se ha basado sólo en la ética». Mientras que Rose-Ackerman agregó que «En Estados Unidos hay mucha desaprobación social a la corrupción, pero también hay mucha gente de negocios que ha pasado por alguna condena y quizás no puedan entrar a ciertos tipos de negocios, pero siempre encuentran algo que hacer».
Revisa más datos y conclusiones en el informe aquí