SEÑOR DIRECTOR:
El anuncio que el ex general director de Carabineros Eduardo Gordon será formalizado en marzo ha puesto nuevamente en el debate público la situación de Carabineros. Producto del escándalo que generó el denominado «pacogate», se realizaron algunas modificaciones relevantes de carácter administrativo, pero a la vez muy limitadas en sus alcances.
Las crisis siempre entregan la posibilidad de tener una mirada un poco más compleja acerca de una institución como Carabineros. Sus problemas no son solo de control presupuestario, donde ha estado puesto el foco. Involucran también aspectos de diseño institucional que suponen encarar una discusión profunda sobre la necesidad de democratizar, profesionalizar y modernizar su trabajo. En este contexto, el programa de gobierno del Presidente electo Sebastián Piñera incluyó la propuesta de realizar un proceso de modernización administrativa y operativa de la institución.
Otras candidaturas, como las de Sánchez y Guillier, también hicieron compromisos al respecto en sus programas o en debates públicos. Por lo tanto, estamos en presencia de una gran oportunidad para iniciar una reflexión con una mirada de Estado, que lamentablemente ha sido postergada por mucho tiempo. Por la naturaleza de la tarea debiera tratarse de un proceso abierto y participativo, incluyendo perspectivas de la sociedad civil, los expertos y las propias organizaciones policiales. Pero, antes que todo, para avanzar en una agenda de cambios profundos es indispensable contar con voluntad y decisión política transversal. Esperemos que esto se concrete en los próximos meses.