Desde hace algunas semanas las elecciones de gobernadores regionales parecieran haber comenzado a existir en la discusión nacional. Si para el 15 y 16 de mayo, esta inédita elección pareció quedar escondida detrás de todas las demás, el escenario de segunda vuelta, donde no tienen que pelear el protagonismo con otros cargos de elección popular, les ha otorgado una nueva notoriedad. Lo anterior se ha llevado a cabio en medio de una evidente monopolización de los medios de comunicación nacional, los cuales han seguido únicamente la decisión a la que se enfrentará el electorado de la Región Metropolitana. Que el primer paso para avanzar en descentralización focalice su atención en lo que pasa en la capital de Chile grafica el problema al que nos enfrentamos.
Las reglas electorales para la elección de gobernadores regionales establecieron que las candidaturas electas ganarían en primera vuelta solo si obtenían más del 40% de los votos. Aquello sucedió solo en las regiones de Valparaíso, Aysén y Magallanes, donde Rodrigo Mundaca (43,71% de los votos), Andrea Macías (48,72%) y Jorge Flies (42,14%) respectivamente, resultaron electos. En las trece regiones restantes de nuestro país se llevará a cabo la segunda vuelta este domingo 13 de junio. Será a finales de esta semana que conoceremos a las personas que ocuparán por primera vez en la historia el cargo de gobernador o gobernadora regional, el cual hay que insistir no será el reemplazo de la figura del intendente, puesto que la representación del Presidente de la República quedará en manos de los delegados presidenciales.
Como muchas expertas han señalado, el avance que concita la elección de gobernadores en materia de descentralización es insuficiente y sus atribuciones son limitadas. Por lo mismo ha llamado la atención escuchar en los debates propuestas sobre temas que exceden con creces lo que las nuevas autoridades podrán realizar, una irresponsabilidad que puede contribuir a aumentar la ya alta frustración ciudadana. Con todo, hay que reconocer que llegar a este punto no ha sido fácil. Para algunos, la posibilidad de contar con gobernadores electos ha sido visto con recelo, considerando el electorado al cual responden y la posibilidad de restar protagonismo a autoridades ya electas. Es bueno recordar, que solo hace un año distintas autoridades locales, como es el caso del actual ministro del Interior, quien en aquel momento era alcalde de Estación Central se mostraron favorables a posponer esta elección.
Pese a las debilidades del cargo, es importante reconocer que es el primer paso para la anhelada descentralización de Chile. Buena parte de las posibilidades de fortalecer este proceso y aumentar las atribuciones dependerá de las habilidades, conocimientos y capacidad para empujar la puerta desde el ejercicio del cargo. La descentralización es el camino para un desarrollo territorial equitativo, y contar con autoridades con visión regional nos permitirá incluso hacer frente a las urgentes desigualdades subregionales. Por lo mismo, este domingo vale tanto la pena votar.