El Gobierno ha propuesto una reforma laboral que crea una jornada mensual más flexible que la actual jornada semanal. Esta nueva jornada mantiene los límites actuales de horas diarias, así como de días consecutivos de trabajo. Quienes la adopten tendrán una rebaja de horas trabajadas mensuales del orden de 8%. Una mayor flexibilidad permite mejorar la productividad porque da opciones que hoy no existen para organizar la jornada laboral. Se trata de una reforma donde todos pueden ganar, no es un juego de suma cero.
Y en la medida que se resguarde apropiadamente cómo se reparten esas ganancias, no significa una precarización. En nuestra opinión, la propuesta conjuga adecuadamente espacios para mejorar la productividad y la calidad de vida de los trabajadores con la necesaria protección.