Tras una larga tramitación, la reforma de pensiones se encuentra en momentos clave. Luego del informe de la comisión técnica convocada por la Comisión de Trabajo del Senado, se acordó un protocolo de tramitación que apunta a que el proyecto sea despachado de dicha cámara en enero de 2025. A sólo unas semanas de terminar el año, persisten aún desacuerdos sobre aspectos determinantes, como el destino del 6% de cotización adicional y la organización de la industria.
Buscando alimentar esta discusión, recientemente fue publicada una nueva encuesta de Espacio Público, la OIT y el PNUD, realizada junto a Ipsos, que explora los anhelos y preocupaciones ciudadanas sobre la reforma previsional. Lo primero que salta a la vista en los resultados es la altísima importancia que los encuestados otorgan a que el Congreso logre concretar la reforma (89,6% lo considera muy o bastante importante).
Al ser consultados por las razones de por qué no se ha aprobado la reforma, 52% de las menciones lo relacionan con responsabilidades de actores políticos (falta de liderazgos que empujen los acuerdos, el papel de la oposición y del gobierno), mientras que un 29% se refiere al rol de las AFP en mantener las cosas tal como están.
La encuesta nos muestra preferencias por un sistema previsional que combine elementos individuales y solidarios. Respecto a la versión de 2023, subió el porcentaje de encuestados que desean que el 6% de cotización adicional se destine a cotización individual (de un 44% a un 52%). Al mismo tiempo, se mantiene un apoyo importante a elementos de solidaridad en materia previsional. Así, 57% está de acuerdo con que las y los cuidadores reciban un aporte de los demás trabajadores, y un 54% rechaza la idea de que el financiamiento de su pensión provenga únicamente del ahorro individual.
Este año se incorporaron preguntas que sirven de insumo para otros temas discutidos en la tramitación de la reforma. Sobre una potencial licitación de stocks, el 67% de los encuestados declaró estar de acuerdo con ser cambiados de AFP a una que cobre menor comisión, conservando la libertad de elegir otra en cualquier momento. Asimismo, entre otros datos, se evidencia un bajo nivel de conocimiento respecto a si la comisión que cobra su AFP se encuentra entre las más bajas (65% declara no saberlo).
Frente a una alta expectativa ciudadana, nuestro sistema político no está en condiciones de dejar pasar otro periodo más sin aprobar una reforma de pensiones. La falta de avances perjudica cada vez más las pensiones de los actuales y futuros pensionados, al tiempo que continúa deslegitimando nuestras instituciones. Estamos aún a tiempo de llegar a soluciones que reconozcan que en esta materia existen espacios para combinar vías de solución, propiciando acuerdos que reflejen las diversas miradas que conviven en la ciudadanía.