Espacio Público presentó los principales resultados de un proyecto de investigación que indaga las causas de los elevados índices de segregación escolar en Chile, trabajo liderado por Dante Contreras, Gregory Elacqua y Florencia Torche.
La segregación escolar es un claro reflejo de la segregación que existe en nuestras ciudades. Sin embargo, la evidencia del estudio de Gregory Elacqua y Humberto Santos muestra que las escuelas están aún más segregadas que los barrios donde se encuentran ubicados, lo que nos dice que existen elementos en el mismo sistema educativo que exacerban la segregación. “La interacción entre las preferencias de las familias y las barreras de entrada que establecen las escuelas incrementan la segregación escolar por sobre el efecto que tiene la segregación residencial”, enfatizó Elacqua.
Asimismo, y de acuerdo al estudio de Carolina Flores y Alejandro Carrasco, los padres eligen auto-segregarse, es decir, los de distintos estratos socioeconómicos optan por distintos tipos de establecimientos. Pero eso se debe principalmente al otro elemento que explica la segregación y que es probablemente el más relevante: la selección que hacen las escuelas. Esta selección se da por dos vías. La primera son los procedimientos de selección de alumnos propiamente tal y la segunda es el co-pago que cobran, que es una forma indirecta de seleccionar por capacidad de pago.
El seminario “Nueva evidencia: Cómo el sistema educativo chileno exacerba la segregación escolar” contó con la participación de Sylvia Eyzaguirre, experta en educación, Juan Eduardo García-Huidobro, académico de la Universidad Alberto Hurtado, y Andrés Hernando, director de Estudios de Horizontal.