Ayer el Presidente Piñera anunció la creación de un consejo asesor para la modernización del Estado, presidido por el ex contralor Ramiro Mendoza e integrado por destacadas personas provenientes de la sociedad civil, ligadas a entidades estatales y con experiencia en el sector público.
Mucho se ha hablado de una anhelada reforma que modernice la forma en que el Estado se relaciona con el ciudadano, incorporando tecnología y digitalización de documentos. Para que realmente esto sea una realidad creo que hay varios aspectos más para tomar en cuenta y uno de ellos es la participación ciudadana.
Hemos avanzado en temas como transparencia o probidad en comparación a nuestros pares de la región, pero no podemos decir lo mismo respecto a esta materia. Tenemos una ley que garantiza ciertos mecanismos, como consultas ciudadanas o consejos de la sociedad civil, sin embargo que éstas se utilicen son resorte de la autoridad y no de la ciudadanía. Un Estado moderno debe tener mayor vinculación con la ciudadanía y canales de comunicación bidireccionales que aprovechen las tecnologías.
Otro pilar de un Estado moderno debe ser la rendición de cuentas. Dotar de mayor información a la ciudadanía sobre cómo se ejecuta el presupuesto público, cómo y por qué se adoptan determinadas decisiones, cuáles son las prioridades y qué se realizó. La cuenta pública del 1 de junio es un paso, pero se puede ir más allá, utilizando también la tecnología para dar constante información a la ciudadanía de un modo que sea comprensible y útil.
Estamos frente a una gran oportunidad de recoger experiencias que han sido novedosas y bien evaluadas por la gente tanto a nivel local como internacional para contar con un Estado más moderno, acorde al siglo 21 y que responda de manera más adecuada a las necesidades de las personas.