Los días jueves y viernes pasados se reunieron en Santiago ocho centros de estudios de distintos países de América Latina a conformar una Red Anticorrupción Latinoamericana (REAL).
La importancia de este hecho es sustantiva, pues permitirá compartir experiencias, conocimiento y estrategias para el combate a estos ilícitos en cada país de la región.
La corrupción es un fenómeno cada vez más sofisticado, que actúa a nivel local, nacional e internacional. Por eso la importancia de crear una red que sea capaz de estudiarla en profundidad, descubriendo sus causas profundas, sus procedimientos y las mejores formas para prevenirla, detectarla y sancionarla.
Existe una creencia que nos ha hecho muy mal a lo largo del tiempo: que la corrupción es algo típico de Latinoamérica, prácticamente parte de nuestra identidad. Creer eso es condenarnos a vivir gobernados por instituciones corruptas, cuando en realidad existen muchas formas de combatir la corrupción para que ésta no se vuelva algo normal. Para eso es fundamental la articulación, los espacios en los que se puedan compartir experiencias, estrategias y conocimientos, como esta red que recién nace pretende hacer.