Si consideramos el proceso constitucional realizado durante el segundo gobierno de Bachelet, Chile lleva casi una década con un gran elefante en la pieza; una problemática a la que las instituciones del país deben dar una respuesta. Para contribuir a informar sobre cómo las personas están viendo el proceso constitucional actual, en Espacio Público Ipsos realizamos la encuesta “¿Cómo vemos el proceso constituyente 2023? Miradas a una segunda oportunidad”, donde se destaca que los derechos económicos, sociales y ambientales siguen siendo prioritarios para la ciudadanía. Asimismo, medidas que reduzcan las brechas de género, como también aspectos que promuevan una mayor descentralización y reconocimiento los pueblos indígenas consignan la opinión mayoritaria de los encuestados en términos de importancia.
Por otra parte, los temas relacionados con reformas al sistema de partidos y electoral no concitan mucho apoyo, pero son aspectos relevantes y condiciones necesarias para avanzar hacia la construcción de mayorías con partidos políticos programáticos que sean parte de la solución y no del problema. En este sentido, esta encuesta constata un tema no menor: la ciudadanía ve como ajenos problemas de tipo político-institucional, pero demanda reformas importantes con una economía política compleja para su tratamiento.
Un segundo punto para destacar a partir de los resultados de la encuesta son las expectativas y las exigencias sobre el Consejo Constitucional. La población insiste en que este trabajo debe ser un proceso ordenado y serio, que concite grandes acuerdos como los que fueron desarrollados de forma exitosa por el Comité de Expertos. Un trabajo con ese espíritu sin duda permitirá que Chile avance hacia una nueva Constitución que tenga un amplio apoyo popular. El consejo debe trabajar para mejorar los niveles de información de los contenidos y las formas; según muestra nuestra encuesta, empieza con un nivel de confianza similar al que tenía la extinta Convención Constitucional al término de su funcionamiento, por lo que requiere reforzar mensajes y trabajar arduamente para cumplir con las expectativas que las chilenas y chilenos tienen sobre este nuevo proceso.
No debemos olvidar que esta segunda oportunidad comenzó con un trabajo que concitó grandes acuerdos, donde se dejaron de lado agendas particulares de todos los sectores. Gran parte de la población espera que esa sea la tónica para el trabajo que el Consejo Constitucional hoy inicia y, con ello, evitar el surgimiento de votos de castigo al proceso por parte de la ciudadanía en el plebiscito de diciembre.