Encuesta Ipsos – Espacio Público: ¿Cómo se vive la cuarentena en la Región Metropolitana?
23 de junio de 2020
¿Qué cambios han existido en la actividad laboral producto de la evolución de la pandemia? ¿Cuánto y por qué razones han debido movilizarse las personas durante la cuarentena? Ipsos junto al centro de estudios Espacio Público dieron a conocer los resultados de la encuesta “¿Cómo se vive la cuarentena en la Región Metropolitana?”, que busca describir la forma en que la población del gran Santiago está viviendo la cuarentena por la crisis sanitaria, cuáles son sus conductas y percepciones asociadas a la movilidad, al ámbito laboral y la política social.
El sondeo se realizó de manera remota, a través de encuestas web y telefónicas, entre el 12 y el 16 de junio, a cerca de 800 personas mayores de 18 años y residentes en las comunas en cuarentena de la Región Metropolitana.
Entre los principales resultados del estudio se observa que la cuarentena se vive de manera desigual. Además, existe un alto impacto en los ingresos y actividad laboral de las personas, pero no necesariamente en su movilidad. Del mismo modo, con los datos recogidos es posible sostener que las medidas tomadas por la autoridad para hacer frente a la crisis no han sido suficientes para que las familias puedan enfrentar la crisis sanitaria y económica.
Cuarentena desigual
Con las medidas de confinamiento y distanciamiento social, la disminución del ingreso ha afectado, mayoritariamente, a hogares de los niveles socioeconómicos más bajos. De hecho, el 72% de las personas del nivel socioeconómico D/E señala que sus ingresos “han disminuido mucho”, frente a un 32% del grupo ABC1.
Asimismo, los cambios de la actividad laboral también son más frecuentes en los grupos socioeconómicos más vulnerables: en un 60% de los hogares D/E algún miembro del grupo familiar ha debido modificar su trabajo por la pandemia, situación que sólo afecta al 33% de los hogares ABC1.
Pero ¿cuántas personas se han visto obligadas a salir a trabajar? Frente a esa pregunta, un 25% de los encuestados, pertenecientes al nivel socioeconómico ABC1, afirma que ha tenido que salir a trabajar durante la última semana. Esa realidad se contrapone al 40% de las personas del grupo D/E que han debido salir de sus casas, siendo más expuestos a la posibilidad de contagio.
Impacto en los ingresos
Respecto al impacto que las medidas sanitarias han tenido en los salarios, el 77% de los encuestados señala que su ingreso ha disminuido “un poco o mucho”, mientras que el 42% de la población se ha visto forzado a cambiar de actividad laboral durante la crisis sanitaria. La aspiración de cumplir con las medidas de confinamiento trabajando desde el hogar es lograda por una porción muy baja de la población.
Según la encuesta, menos del 50% de las personas que salían de sus casas para trabajar no ha salido de sus hogares por motivos laborales desde que se inició la cuarentena, y en casi la mitad de los hogares al menos uno de los miembros ha debido salir por estas razones.
Asistencia del gobierno durante la crisis
La encuesta de Ipsos y Espacio Público también consultó sobre las medidas económicas que ha tomado el gobierno para ayudar a las familias más vulnerables durante la crisis y la evaluación que se realiza de estas. Ante la pregunta “¿Usted o algún miembro de su hogar ha recibido algún tipo de asistencia del gobierno o municipalidades, en dinero u otros insumos de abastecimiento para enfrentar la crisis sanitaria?”, un 57% de los hogares D/E asegura haber recibido algún tipo de ayuda de municipalidades o del gobierno central, lo que devela que las políticas públicas no han sido concordantes con el impacto sanitario y económico de la crisis. Ese mismo grupo es el que, comparativamente, menos reporta haber recibido un bono o ayuda monetaria.
En relación con las medidas sanitarias, un 94% de las personas que ha salido de su casa durante los últimos siete días lo ha hecho, casi siempre, solicitando los permisos necesarios, mientras que un 80% asegura haber cumplido siempre con la normativa vigente. Lo anterior permite cuestionar la eficiencia del diseño de permisos en la aplicación de medidas de confinamiento.
Para Pía Mundaca, directora ejecutiva de Espacio Público “las personas salen respetando las reglas establecidas por la autoridad, por lo tanto hay que generar un nuevo diseño de cuarentena – desde lo estructural- que realmente permita que las personas se queden en sus casas de forma mayoritaria, para que el confinamiento sea la norma y no una excepcionalidad”. En ese sentido, indica que evaluar cuán esenciales son las empresas “es un paso importante”. Asimismo señala que “es fundamental resignificar el concepto de cuarentena, para que estas sean realmente efectivas y podamos controlar la epidemia, evitando la mayor cantidad de muertes y consecuencias económicas y sociales”.
Respecto de los resultados, Alejandra Ojeda, directora de Asuntos Públicos de Ipsos Chile, señala que “los diversos niveles socioeconómicos afrontan desde una posición distinta la situación de cuarentena. Mientras que los niveles socioeconómicos altos han logrado principalmente mantener sus actividades laborales en sus hogares, probablemente asumiendo teletrabajo, los niveles socioeconómicos más bajos han debido mantener su actividad laboral normal fuera de sus hogares u optar por mantenerse en casa sin poder trabajar”. En esa línea, “la consecuencia ha sido una baja importante de los recursos dentro del hogar en los grupos de menores ingresos. Y la baja en los recursos es más alta cuando se trata de mujeres contribuyen económicamente en hogar de NSE Bajo. En consecuencia, cuando se trata de salir del hogar por motivos laborales, el porcentaje de personas de hogares C3, D y E que deben salir es casi el doble que el observado en los niveles socioeconómicos más altos”.
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