Guillermo González: “Este es un reconocimiento a todo el equipo de Espacio Público”
9 de diciembre de 2014
Como «El cerebro de las políticas públicas» fue distinguido Guillermo González, director ejecutivo de Espacio Público, entre los 100 jóvenes líderes de 2014, que selecciona cada año la Revista Sábado de El Mercurio.
En la publicación del 6 de diciembre destacaron su trayectoria en diversas organizaciones, así como el premio Smolensky a la mejor tesis en Políticas Públicas, que le otorgó la Universidad de California, Berkeley, cuando cursó su magíster en Políticas Públicas.
Acá nos cuenta cómo interpreta este reconocimiento y los desafíos que enfrenta a la cabeza de Espacio Público.
¿Cómo recibes el ser distinguido entre los 100 líderes jóvenes de la Revista Sábado?
-Primero fue una sorpresa, pero ahora lo siento como una motivación para seguir trabajando con mucha energía, especialmente en Espacio Público, que es un centro de estudios que recién está partiendo.
¿A qué atribuyes esta distinción?
-Siento que este es un reconocimiento a todo el equipo de Espacio Público y a cómo hemos convertido a este centro de estudios en un actor importante en la discusión sobre políticas públicas en Chile.
En ese sentido ¿Qué rol juega hoy Espacio Público en el área de las políticas públicas?
– Nuestra intención es aportar con una mirada que escapa de la urgencia del corto plazo que caracteriza a los gobiernos. Desde la centro izquierda pretendemos colaborar con ideas para un Chile plenamente desarrollado, lo que también requiere una postura de crítica constructiva no sólo a los gobiernos de derecha, sino también a uno como el actual, que puede ser más cercano a nuestras sensibilidades políticas. Además, si bien en el pasado se han configurado centros de estudios de similar naturaleza, los expertos terminaron migrando a los gobiernos, dejando un vacío entre este tipo de organizaciones. Es por eso que también consideramos crucial el poder consolidar el trabajo desarrollado hasta ahora.
¿Qué diferencia a Espacio Público entre los otros centros de estudios del país?
Lo primero es la visión multidisciplinaria. Nos hemos esforzado por contar con profesionales de muy diversas áreas: economistas, abogados, arquitectos, cientistas políticos, artistas, antropólogos, sociólogos, etc. Estamos convencidos de que los problemas que enfrenta Chile son complejos y multidimensionales, por lo que no le competen exclusivamente a profesionales con una mirada. Por otra parte, dentro del centro y la izquierda, Espacio Público alberga a un abanico bastante amplio de visiones. Esto también nos diferencia, porque las propuestas que acá elaboramos ya expresan una búsqueda de consenso.
El equipo ejecutivo de Espacio Público está conformado primordialmente por jóvenes ¿Cómo esto define el trabajo de la organización y la relación con los directores?
Los jóvenes, no sólo del equipo ejecutivo sino que también entre los directores y nuestra red de profesionales, han entregado mucha energía innovadora que se ha complementado bien con las ideas de los directores con trayectorias más consagradas. En Chile no estamos acostumbrados a que los jóvenes participen activamente en las políticas públicas. De hecho, a muchos sorprendió la edad del ministro Peñailillo, cuando con solo unos pocos años más Obama estaba asumiendo la presidencia de EE.UU. Acá valoramos el aporte de la juventud, no por capricho, sino porque los jóvenes vienen libres de una serie de cargas históricas. Es bien importante tener este influjo de nueva sabia, más desprejuiciada.
Con un año y medio de experiencia ¿Qué desafíos enfrenta Espacio Público y -al mismo tiempo- tu liderazgo en la organización?
El objetivo más claro es poder consolidarnos como un referente en materia de políticas públicas. Todavía estamos en un momento de crecimiento, explorando la mejor forma en que podemos desarrollar nuestra labor. En ese marco, mi desafío es poder encauzar este trabajo hacia una organización pensada para el largo plazo. Por otra parte, es crucial que desarrollemos un área de incidencia legislativa. No queremos adornar bibliotecas con nuestros informes. Lo importante es que las ideas que surgen acá, que a nuestro parecer representan un aporte al país, se conviertan realmente en políticas públicas.