La semana pasada el presidente entrante nominó a quienes asumirán como intendentes por los próximos tres años. La novedad es que el 2020, por primera vez, junto a elegir alcaldes y concejales, votaremos por gobernadores regionales, que reemplazarán a los intendentes, hasta ahora designados.
Si bien se trata de una buena noticia para la descentralización, desde Espacio Público nos surgen preocupaciones. En el seguimiento que realizamos el año pasado de las elecciones municipales a través de la Lupa Electoral, detectamos que, a diferencia de lo que ocurrió en las elecciones parlamentarias, las ventajas que tienen los que actualmente ocupan el cargo para ser reelectos, frente a los nuevos competidores, siguen siendo altas, a pesar de las reformas en las nuevas campañas electorales.
Una de las razones es que los alcaldes en ejercicio manejan presupuestos más cuantiosos que los parlamentarios, por ejemplo, para contratar personal y en publicidad en períodos electorales. De acuerdo a estudios de Contraloría, los municipios con alcaldes que van a reelección aumentan el gasto en publicidad en años electorales, lo que constituye una ventaja indebida.
Esta situación puede repetirse en el caso de los actuales intendentes. Por esto, se plantea la necesidad de mejorar las regulaciones en materia de intervencionismo electoral, para que tengamos la posibilidad de elegir a las mejores personas para ese cargo y que todos puedan competir con igualdad de oportunidades.
Hemos avanzado mucho en regulación de campañas electorales, con ciudades y carreteras más limpias, financiamiento más transparente y regulado, fiscalización y sanciones más duras. Pero aún podemos avanzar en nivelar la cancha y poner trabas a que se mal usen los recursos de todos los chilenos en propaganda electoral, particularmente en el caso de las elecciones que se realizarán el 2020.