Lo obvio por obvio se calla y por callado se olvida
21 de diciembre de 2021
Las semanas previas a la elección presidencial fueron una temporada tensa. Como muchos han señalado, esta presidencial tuvo un nivel de virulencia sin precedentes. En ese contexto, los dichos del senador Chahuán donde planteaba que la elección sería estrecha y que existía la posibilidad que se terminara en los tribunales electorales fueron no solo irresponsables sino que también alarmantes. A esto le anteceden los dichos de José Antonio Kast quien vehementemente había realizado llamados para conseguir apoderados de mesa bajo el argumento que siempre había fraude. Todo lo anterior desconocía o planteaba dudas sobre un hecho irrefutable: nuestras elecciones gozan de confianza, credibilidad y celeridad en la entrega de sus resultados, son un patrimonio nacional que ha sido construido con detalle y cuidado.
El día de la elección y considerando los problemas de transporte público en la Región Metropolitana, aumentaron la tensión. Acusaciones acaloradas y desmesuradas que instalaban una supuesta operación del gobierno para favorecer al candidato de derecha sumaron una preocupación más a la forma en que podían ser interpretados los resultados. El período de campaña había modificado los estándares, y existía el temor de que aquello también implicara presenciar conductas frente a los resultados que desde el retornó a la democracia no hemos conocido.
A los pocos minutos de que se abrieran las urnas y comenzara el conteo de votos los temores se disiparon y de manera contundente. Pese a todas las complejidades previas, al final del día la institucionalidad y el compromiso republicano volvieron a primar. José Antonio Kast reconoció con rapidez su derrota, y acompañó su mensaje destacando que el presidente electo merecía todo su respeto y colaboración constructiva. Además, Kast decidió asistir al hotel donde se encontraba Gabriel Boric y tuvieron una pequeña reunión. Luego, todos pudimos ver por televisión abierta una videollamada entre el Presidente en ejercicio y quién asumirá el liderazgo del Ejecutivo en marzo de 2022. Fue una conversación formal, republicana y con altura. Por si fuera poco, el presidente electo se comprometió a asistir el día lunes al Palacio de La Moneda para comenzar a planificar el traspaso. Ayer fue posible ver a Gabriel Boric, acompañado de su jefa de campaña y su coordinador político entrar a La Moneda, ser recibido por el Presidente y tres de sus ministros, y comenzar así un proceso de traspaso que esperamos sea de alto estándar.
Los hechos que describo no son para cantar victoria, pero podrían demostrar que la democracia y la historia republicana de Chile han construido ritos sobre los que nos paramos y que debemos seguir cuidando. Si por definición un rito busca restablecer un equilibrio perdido, esperemos que en esta oportunidad se restablezca el republicanismo y la responsabilidad con el futuro de Chile para el nuevo ciclo político que se avecina.