Señor Director:
Hace pocos días, Emmanuel Macron, el recientemente electo Presidente francés, presentó a los 22 miembros de su gabinete. De estos, la mitad eran mujeres. Hace dos años, el Primer Ministro Justin Trudeau hacía lo mismo en Canadá («porque es 2015»). Mientras tanto, en Chile los partidos políticos advierten sus dificultades para cumplir con la nueva ley de cuotas, la cual exige que no haya más de un 60% de candidatos del mismo sexo en las listas que presentan los partidos para las elecciones al Congreso.
Esto llama la atención, ya que existen condiciones más que favorables para que más mujeres participen en política. Al revisar la composición de los militantes en los principales partidos según los datos del Servel, incluso hay un poco más de mujeres que de hombres. Tanto partidos tradicionales (DC, UDI y, hasta hace poco, el PS) como partidos nuevos (PRI y Amplitud) son presididos por mujeres. Con el nuevo financiamiento público a la política, por último, los partidos políticos cuentan con recursos para potenciar liderazgos femeninos emergentes y consolidados.
Se suele decir que los cambios culturales toman tiempo. Pero es hora de que los partidos políticos aprovechen la coyuntura y asuman la paridad de género como una oportunidad y no como un problema.