EI domingo se llevó a cabo un proceso de participación ciudadana en las comunas de Las Condes, La Reina y Providencia. El objetivo, decidir las mejoras a realizar en el Parque Padre Hurtado (ex Intercomunal) frente a dos alternativas: la 1, una laguna artificial (asociada a una mayor inversión) y, la 2, no ejecutar el proyecto de laguna (con menor inversión asociada). La votación se hizo con el sistema electrónico «E-voting» y participaron más de 70 mil personas, ganando con un abrumador 72% la opción 2.
Si bien ha habido mucha discusión sobre la necesidad de una laguna artificial y el impacto ambiental que generaría, la consulta en sí misma tampoco estuvo fuera de la polémica. En Chile lamentablemente no estamos tan acostumbrados a estos ejercicios de participación ciudadana como ocurre en naciones más desarrolladas, como Suiza -donde es un mecanismo muy habitual- o incluso Estados Unidos. La mayoría de los países de América Latina considera varios mecanismos de participación ciudadana, como la iniciativa ciudadana de ley y las consultas o referéndums, cada una con apoyo ciudadano relativo.
Si bien en el 2011 avanzamos con una ley en la materia, sigue siendo bastante débil y a discrecionalidad de la autoridad de turno realizar consultas de este tipo. Además, no existe una mínima regulación de cómo deben realizarse, cómo se debe informar a las personas para que puedan participar y cuáles son los medios para realizarla. Por esto no extrañan en esta reciente consulta las críticas al método elegido el mismo utilizado en las elecciones internas de Ciudadanos y que fue objeto de un masivo fraude electoral-, el modo en que se planteó la consulta -con acusaciones de inducir a la propuesta del alcalde de Las Condes-, la falta de información o sin supervisión de un ente externo como el Servel.
La consulta del fin de semana es una gran noticia en cuanto a que se invita a los ciudadanos a ser parte de decisiones relevantes de sus comunas. Creo que nadie podría oponerse a que se repitan y se vuelvan más usuales. Pero el simple ejercicio no basta: para que sean efectivas y cumplan sus objetivos, es fundamental avanzar en algunos estándares mínimos de éstas, y que tengamos participación ciudadana verdadera y no artificial.