Quedan cinco días para las elecciones de Consejeros Regionales, parlamentarios y presidente. Se trata de una elección muy importante, donde elegiremos a quienes nos representarán en instituciones muy relevantes por los próximos cuatro años (y ocho años en el caso de los senadores). En manos de los electos estarán las definiciones del futuro de nuestra educación, salud, pensiones y tantas otras materias que nos impactan día a día, como el transporte público.
La participación electoral en nuestro país ha disminuido desde un 87% en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 1989 a un 51% en la misma elección del 2013, muy por debajo del promedio en los países de la OECD (75%) y de América Latina (71%). En Chile, de acuerdo a los estudios del PNUD, votan más las mujeres. Y los que más se abstienen son las personas entre 18 y 29 años.
Las razones de esta abstención pueden ser varias, desde el conocimiento de los últimos casos de corrupción, la poca sintonía con los candidatos, una desconfianza y alejamiento de la política hasta la sensación de que ‘mi voto no vale’.
Sin embargo, a pesar que muchas veces sintamos que nuestras ideas o propuestas no son consideradas por las autoridades, el voto es la forma más relevante de participación ciudadana que hoy en día tenemos y que puede influir en cómo será el Chile en el que viviremos por los próximos cuatro años. Fueron varios los y las que lucharon por este derecho y, como ciudadanos, tenemos el poder y el privilegio de dar a conocer nuestra voz.
Si no nos gustan nuestros representantes o, por el contrario, si queremos que se mantengan, la mejor forma de manifestarlo es votando este domingo. Por eso, a pesar de las múltiples razones que pueden haber para no ir a votar, no hacerlo es dejar que otros tomen las decisiones por uno. ¿Dejarías que fueran otros los que eligieran a tu pareja, el nombre de tus hijos, qué comes o qué debes estudiar?