Se están evaluando diversas maneras de fomentar la paridad de género en una futura convención constituyente. Esta carta aporta antecedentes sobre una de las alternativas, conocida como sistema de doble preferencia, la que se ha utilizado en Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Suecia, Italia, Lituania, Noruega, Holanda, República Checa y Francia. Las elecciones subnacionales en este último país constituyen un ejemplo interesante porque funcionan con candidaturas pareadas, de manera que se eligen dos miembros de diferente sexo en una misma papeleta.
Para no duplicar el tamaño de las asambleas, al implementar este mecanismo el número de distritos se redujo a la mitad. El resultado fue que la representación femenina aumentó ostensiblemente, desde un 14% a un 50%. En nuestro país se está discutiendo un mecanismo similar denominado ‘una persona, dos votos’, donde existen dos papeletas separadas entre mujeres y hombres. Ello garantiza que exista una representación igualitaria por género, y al mismo tiempo evita que haya candidato/as que resulten electos con menos votos que los que quedan afuera.
Algunos sostienen que este sistema requeriría elegir 310 miembros para la convención, en lugar de los 155 acordados el 15 de noviembre. Ahora bien, los 28 distritos en que se eligen diputados pueden agruparse en macrodistritos, de manera análoga al caso francés. Ello permitiría dividir en partes iguales los cupos para mujeres y hombres, manteniendo además la proporcionalidad existente en las elecciones actuales de diputados.
Por otra parte, el que hombres y mujeres compitan separadamente puede segregar la discusión política durante los períodos de campaña. Este es un efecto posible y debe tenerse en cuenta. Ahora bien, también es cierto que las y los electores debieran interesarse en conocer lo que proponen todos los candidatos por los cuales pueden votar, ya que con independencia del género del votante, deberán elegir tanto a un hombre como a una mujer.