Señor Director:
El diputado Fuenzalida hace un llamado para aprobar una ampliación al control preventivo de identidad para cubrir a menores de 18 y mayores de 16 años. Indica que las cifras «hablan claro», pero luego exhibe datos en que se muestra que este control produce peores resultados en comparación con el «viejo» control de identidad del artículo 85 del Código Procesal Penal (CPP) en la identificación de personas con órdenes de detención pendientes (objetivo central para cual se legisló). En efecto, según cifras oficiales de Carabineros entregadas al Congreso, la eficacia del control preventivo para el período entre julio de 2016 y marzo de 2017 es de 2,5% versus un 5% del control del artículo 85 del CPP, es decir, la mitad (no de 5,5 y 6,4% respectivamente como menciona erradamente Fuenzalida).
Como los datos que invoca, aun los errados, contradicen su postura, Fuenzalida da un curioso giro y sostiene que no parece sensato comparar ambos tipos de controles, reconociendo la superioridad del artículo 85 del CPP por su mayor focalización. Llama entonces a «mirar más allá de las cifras» y apoyar esta iniciativa, ya que ha permitido sacar a mucha gente de circulación de las calles. Omite, eso sí, un punto importante. Los recursos policiales son acotados. En este contexto, lo que los datos evidencian es que el nuevo control preventivo no ha generado un aumento del número de controles de identidad que ya se hacían antes de su entrada en vigencia. En cambio, ha favorecido (en una proporción de tres a uno) que Carabineros realice más controles preventivos que los del artículo 85 del CPP que, como ya se mencionó, es menos eficaz para sacar de circulación a gente con órdenes de detención pendientes.
En consecuencia, el verdadero impacto ha sido incentivar un trabajo policial de peor calidad. Esto probablemente explique que, según el Registro Nacional de Prófugos del Registro Civil, en el año de vigencia del nuevo control preventivo el número de órdenes de detención pendientes y personas en esa situación haya aumentado cerca de un 10%.
Un análisis completo de los datos y su contexto muestra que el control preventivo de identidad no ha sido una herramienta eficaz; misma conclusión a la que han arribado, entre otros, instituciones como Paz Ciudadana. Es de esperar que, al menos esta vez, legislemos sobre la base de evidencia y no capricho