La brecha salarial entre mujeres y hombres con los mismos años de
educación se explica, en parte, porque las mujeres estudian carreras con
menores expectativas de empleabilidad e ingresos futuros.
En efecto, hace más de diez años las mujeres superan a los hombres en la
matrícula universitaria de primer año, alcanzando el 54% el 2017. Sin
embargo, el porcentaje de mujeres por área es muy disímil: es
especialmente alta en salud, 73% de la matrícula de primer año en 2017, y
en educación, con el 72%; mientras que en ciencias, tecnología, ingeniería
y matemáticas (STEM por su sigla en inglés) menos del 30% son mujeres.
Pero en el área no sólo hay menos mujeres; el aumento porcentual de la
matrícula femenina en primer año entre 2007 y 2017 fue inferior que en el
resto de las áreas: 2%, versus 5% en salud y 7% en educación. Así, el
crecimiento de la matrícula de las mujeres fue mayor en áreas donde ya
había más mujeres, y menor donde había menos.
Para entender cómo postulan hombres y mujeres a las universidades
chilenas, con Paola Bordón (UAH) y Catalina Canals (CIAE) modelamos las
preferencias de los estudiantes en el proceso de selección. El modelo
estimado permite, entre otras cosas, analizar la brecha de género por área
de estudio en escenarios contrafactuales; esto es, estudiamos qué pasaría
si los hombres postularan como lo hacen las mujeres y viceversa. Nuestras
estimaciones muestran que las brechas de género en las carreras
feminizadas disminuyen en mayor medida si los hombres eligen como lo
hacen las mujeres, que si las mujeres eligen como los hombres. Mientras
que las brechas de género en STEM decrecen más si las mujeres eligen
como los hombres, que si los hombres eligen carreras como las mujeres.
Este resultado implica que para cerrar la brecha de género entre las
distintas carreras no sólo hay que promover el ingreso de mujeres a
carreras STEM, sino también incentivar el ingreso de hombres a carreras
hoy feminizadas, como enfermería, educación y trabajo social.
La disminución de las diferencias por género en las carreras es fundamental
para la reducción de las brechas salariales y para que los talentos se
desplieguen, independientemente de si se es hombre o mujer.