
Señor Director:
José Joaquín Ugarte ha formulado un conjunto de propuestas sobre seguridad ciudadana. Una es introducir modificaciones para decretar la prisión preventiva en casos en que se invoque el peligro para la seguridad de la sociedad, ya que, en su opinión, los requisitos vigentes lo harían prácticamente imposible. Utiliza como evidencia su experiencia y una columna de los senadores Kast y Rincón de marzo.
El uso de la prisión preventiva es un asunto que requiere considerar evidencia un poco más profunda. Esta muestra lo contrario a lo sostenido por Ugarte. Los datos del Poder Judicial en más de 20 años indican que en nueve de cada 10 casos en que un fiscal la solicita, ella es decretada. También, que la causal más utilizada es el peligro para la seguridad de la sociedad. Los datos de Gendarmería muestran que desde hace varios años se ha venido produciendo un aumento muy significativo en el uso de esta medida. En el año 2007 había 10.750 personas en prisión preventiva, un 24% de los privados de libertad en el país, con una tasa de 65 presos preventivos por cada 100 mil habitantes. En abril pasado, ese número era de 18.800, un 39% de los privados de libertad y con una tasa de 94 por cada 100 mil habitantes (similar a la del año 1997 con sistema inquisitivo vigente de 95).
La evidencia indica desde hace varios años que uno de los problemas en la materia es una tendencia al uso automático de la prisión preventiva en delitos graves, precisamente fundado en la causal de peligro para la seguridad de la sociedad (Duce y Riego, 2011; CEJA, 2017). Esto es, en parte, consecuencia de diversas reformas legales introducidas con el propósito explícito de facilitar la aplicación de esta medida en uso de esta causal. Una simple lectura del Código Procesal Penal deja en evidencia aquello. Las reformas son de tal magnitud que el texto actual de nuestro Código en esta materia no se parece en nada a su versión original del año 2000.
Hay muchos otros datos y estudios que contradicen las apreciaciones de Ugarte. Invito a discutir esta materia sobre la base de evidencia de mejor calidad.