Chile es el país con la tasa de participación electoral más baja de toda América Latina. Este dato alertó a las autoridades de gobierno, quienes recientemente implementaron una campaña para incentivar que la gente acuda hoy a las urnas.
De lo que se habla menos es sobre la variación dentro del país en cuanto a la participación. La reciente encuesta Espacio Público-Ipsos, que abarca diversas materias de política pública y la disposición de los chilenos para aportar al cambio social, muestra que Antofagasta es campeona nacional en abstención electoral.
La encuesta, que fue aplicada en las grandes ciudades del país -Santiago, Valparaíso-Viña del Mar, Concepción y Antofagasta- arrojó resultados que pueden resultar alarmantes para los antofagastinos.
En primer lugar, el 74% declara no haber votado en las elecciones primarias de 2017 y el 76% aún no ha decidido por quién votar. Los promedios nacionales para ambas preguntas son 59% y 60%, respectivamente. En relación a las elecciones generales pasadas, observamos la misma tendencia. En la primera vuelta de elección presidencial 2013, votaron solamente un 38% de los antofagastinos, mientras que en el resto del país votó el 52%.
Si bien no existe consenso sobre un umbral de participación electoral que se deba alcanzar para considerar que un régimen democrático esté funcionando de manera adecuada, las cifras anteriormente citadas no pueden dejar a nadie satisfecho. El panorama es aún menos alentador cuando se revisan las cifras de otros tipos de participación medidas por la encuesta, en la que Antofagasta sistemáticamente aparece muy por debajo del promedio nacional: 13% participa en una organización de barrio, 7% asiste a marchas o manifestaciones políticas.