Para nadie será sorpresa que la delincuencia se posiciona como el principal problema, tal como ha ocurrido en todas las versiones de la encuesta desde 2017. Por su parte, al ser preguntados por los problemas que tendrá el país en los próximos 10 años, la inseguridad ciudadana es el que experimenta una mayor disminución porcentual. Esto mostraría una expectativa sobre que las medidas adoptadas en materia de seguridad tendrán efectos positivos en el mediano plazo. Para no defraudar a la ciudadanía, es clave que dichas medidas sean realmente eficaces y no meramente efectistas, como por momentos parecen serlo.
Dos problemas que suben significativamente son el desempleo y la pobreza, evidenciando la necesidad de hacerse cargo de la caída del crecimiento tendencial y de las adeudadas reformas laborales. El aumento de la percepción del desempleo como un problema es especialmente marcado entre las mujeres, por lo que las iniciativas en materias de cuidados son fundamentales. En efecto, el reconocimiento del trabajo doméstico y el establecimiento de un sistema público de cuidados para la primera infancia son políticas que cuentan con más de un 80% de aprobación entre las personas encuestadas.
Junto a las preocupaciones que crecen en relevancia, hay otras que se mantienen arriba. La existencia de un sistema de salud deficiente ha sido ‘top 3’ en todas las ediciones de la encuesta. En la misma línea, al 73% de los encuestados le preocupa mucho sufrir un accidente o enfermedad grave por no saber si tendría recursos para enfrentarlo. Asimismo, el 48% cree que el fin de las isapres provocaría una crisis profunda en el sistema de salud. La ciudadanía está consciente de que un colapso repentino de las isapres tendría efectos negativos tanto en sus afiliados como en los de Fonasa.
En línea con años anteriores, otras preocupaciones relevantes refieren a los problemas en educación, inflación, corrupción en política, venta y consumo de drogas, y pensiones. A futuro, aumenta la preocupación por la contaminación ambiental, el cambio climático y las pensiones.
En suma, grandes desafíos para un sistema político a ratos atrapado en lógicas electorales de corto plazo, que han bloqueado los avances de las reformas demandadas por las personas. Es hora de redoblar los esfuerzos por generar acuerdos que permitan ir saldando las deudas que tenemos con la ciudadanía.