El Presidente Piñera recientemente presentó un decálogo con propuestas que una eventual nueva Constitución debería incluir, las que fueron criticadas por la oposición, en parte por su contenido y en otra por entrar al ruedo del debate público a pesar de haber comprometido prescindencia.
En una encuesta que realizó Ipsos con Espacio Público hace poco más de un mes, un 68% de las personas que respondieron señalaron estar informadas/os o muy informadas/os sobre la importancia de la Constitución en la vida de las y los chilenos, sin embargo, disminuye a un 47% aquellas personas que se consideran igual de informadas sobre las materias reguladas en ésta. Para tener un proceso constituyente exitoso e inclusivo, es clave el acceso a la información tanto sobre las distintas opciones del plebiscito y sus implicancias, como en el contenido de la Constitución actual y las propuestas de los distintos sectores políticos, sociedad civil, academia y grupos de interés en torno a una nueva. Si bien uno puede no concordar con las propuestas del Presidente, es clave que pongamos la pelota en el piso y tengamos como sociedad las discusiones sobre contenidos e impactos de éstos en nuestras vidas. La transparencia de los distintos actores sobre sus posiciones es relevante pero también nivelar la cancha para que todas y todos participemos y no solo quienes ostentan cargos de poder político o económico.
Si aspiramos a dotar de legitimidad y sentido de pertenencia una futura Constitución, es clave empoderar a la ciudadanía para participar activamente de este proceso constituyente, generando debates en base a información veraz y confiable.