«Inversión sin diálogo: un riesgo inminente»
22 de February de 2018
Si hay una certeza respecto al próximo gobierno de Sebastián Piñera, es que habrá un énfasis claro en agilizar y destrabar las inversiones. Sin embargo, en un contexto donde la desconfianza se agudiza y los conflictos socioambientales son más comunes, agilizar y destrabar la inversión solo se logrará de la mano de las comunidades.
La experiencia indica que los proyectos de inversión deben considerar participación ciudadana de calidad, para evitar que éstas sean instancias meramente informativas en que, más que un diálogo, se presenta un proyecto ya cerrado, sin espacio para modificaciones.
Lograr que la participación ciudadana sea efectivamente incidente, sin que ésta se convierta en un mecanismo de negociaciones oportunistas, no es tarea fácil. Actualmente, estamos desarrollando una propuesta para un Sistema de Diálogo que acompañe el desarrollo de grandes proyectos de inversión. El objetivo de esta iniciativa es generar una propuesta de política pública para la creación de una nueva institucionalidad, que vele por la generación de un diálogo temprano y de calidad entre Estado, empresas y comunidades.
Para lograr lo anterior, la propuesta considera tres elementos clave. Primero, un análisis temprano de la compatibilidad ambiental y social del proyecto con el territorio. Segundo, incorporar acuerdos de Beneficio Compartido, entendiéndolos como una serie de compromisos de la empresa orientados a contribuir al desarrollo de largo plazo del territorio. Finalmente, se propone que el diálogo sea permanente durante todo el ciclo de vida de los proyectos, asegurando un espacio de participación y fiscalización ciudadana del cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Para formular este sistema, nuestro trabajo ha considerado un fuerte componente de discusión pública, donde no hemos querido dejar fuera la mirada regional. Así, el pasado 9 de enero se realizó un taller de co-construcción en la ciudad de Concepción, donde participaron representantes de los servicios públicos, empresas, sociedad civil y comunidades de la Región, quienes contribuyeron con su visión, conocimiento local e intereses para avanzar en un diseño del Sistema de Diálogo con validación social.