Si te toca decidir sobre nuevos proyectos de inversión en Chile, por favor no caigas en la falaz narrativa de frenar todo “hasta el próximo gobierno”. Entiendo que en el ambiente se transmitía excesiva “incertidumbre” y razones para posponer proyectos. Pero si solo inviertes cuando todos lo consideran apropiado, entonces pagas bastante más caro por tu Capex y rentas menos. Hay una ventaja importante de invertir a tiempo. Toma en cuenta que ya cerramos el período de ajuste macroeconómico y también el período de aparente inestabilidad en lo político.

Mirando por el retrovisor, lo primero es aclarar que Chile no es víctima de una psicosis electoral. Al revés. Si bien parecía de locos lo de pedir por

amplias mayorías una nueva Constitución, para posteriormente rechazar dos propuestas mal negociadas, la verdad es que este ciclo nos revela una madurez institucional en los votantes. Dos veces se les ha entregado a los votantes “las llaves del auto” de la Constitución, y dos veces no se ha chocado el auto. Ese es justamente un país donde armar negocios en el largo plazo, porque su institucionalidad es predecible y tiene raíces democráticas para dirimir sus conflictos. Antes de este ciclo, eso no era obvio y muchos pensaban que las instituciones eran menos resilientes.
Por otro lado, el resultado de ayer es bueno porque da lecciones a quienes no quieren negociar, como si fueran el patrón del fundo, siendo que es solo una mayoría circunstancial. Este portazo en la cara al “que se jodan”, me augura que quizás haya espacio para negociar racionalmente estos meses, quizás con un pequeño break en la municipal de octubre.

Porque en el juego de la democracia nos vamos alternando en el poder, y un proyecto de inversión grande —que parte en un gobierno— empieza a dar frutos usualmente en uno o dos gobiernos más. La propuesta de la Comisión Experta había recibido apoyo de todos los sectores, incluso con el endorsement del Presidente a inicios de junio. Pero el Partido Republicano desaprovechó ese pase gol que les dio la Comisión Experta, arruinando la jugada. Creo que algo de ese legado se rescatará.

Suficiente del retrovisor. Ahora, mirando por el parabrisas hacia delante, mis expectativas son que el Gobierno también ha entendido el mensaje y se centrará en el crecimiento y la seguridad, pues el país no está para temas identitarios de un lado o del otro. A diferencia de algunos colegas, yo nunca vi ventajas económicas relevantes de una propuesta constitucional de minoría, como la que se rechazó ayer. Además, tenía baja probabilidad de ser implementada. Por eso, pienso que las posibilidades de mejorar la economía salen intactas, pero requieren negociar hasta que duela.